El dolor es una expresión del amor que se siente por esa persona. Es importante no ser exigente con las propias emociones en este momento; el dolor no sabe de prisas, y hay que seguir el propio ritmo.
Por Rosa Cornejo. 23 diciembre, 2022. Publicado en Correo, el 23 de diciembre de 2022.La Navidad es el momento donde más se nota la ausencia de esa persona que ya no está, ya que se sentarán todos juntos a la mesa y será muy evidente aquella silla vacía.
Es normal que surjan emociones como la tristeza o el enojo. ¿Qué sentido tiene celebrar la navidad? ¿Cómo haré para resistir y no arruinar la fiesta a los demás?
Lo primero que debe tenerse en cuenta es decidir qué es lo mejor para cada uno. Se podría convocar a toda la familia a una reunión previa a la cena navideña, donde se coloquen objetos o fotos que representen a esa persona que ya no está. La idea es que cada integrante exprese lo que siente sin interrupciones. Esto ayudará a romper los muros de silencio.
También, se puede tener en cuenta realizar ciertos rituales como ir al cementerio o a misa si se es religioso o llevar flores a algún lugar que fue importante para la familia. Realizar un homenaje a esa persona, cocinando lo que le gustaba o contando alguna anécdota, traerá buenos recuerdos y generará emociones agradables.
Si la frase “feliz Navidad” no tiene sentido en ese momento, se puede omitir o sustituir por otra de esperanza.
Es importante expresar el afecto con abrazos entre todos, aunque esto haga brotar el llanto; la clave es expresar lo que se siente.
El dolor es una expresión del amor que se siente por esa persona. Es importante no ser exigente con las propias emociones en este momento; el dolor no sabe de prisas, y hay que seguir el propio ritmo.
Retomar las actividades diarias que se realizaban antes de la partida de nuestro ser querido no significa que se ha olvidado, sino que se ha colocado en un lugar muy especial: el corazón.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.